El bordado es uno de los oficios más antiguos y delicados de la artesanía textil. Cada puntada guarda siglos de historia y transmite un valor añadido que ninguna producción industrial puede igualar.

En Veryssence creemos que el bordado a mano es, además de una técnica, un lenguaje artístico que convierte cada prenda en una pieza única, cargada de significado y belleza.

El bordado en tul es una de las técnicas más delicadas y románticas de la artesanía textil. El tul, un tejido ligero y transparente con estructura de red, comenzó a popularizarse en Europa a finales del siglo XVIII, cuando se inventó el tul mecánico.

En España, especialmente en Granada y Andalucía, se desarrolló una tradición muy particular: el llamado encaje granadino, que consistía en bordar sobre tul motivos vegetales, geométricos o inspirados en la ornamentación nazarí de la Alhambra.

Este tipo de bordado se convirtió en un recurso accesible para muchas familias, ya que imitaba la blonda hecha con bolillos, mucho más costosa. Las jóvenes granadinas lo practicaban en su tiempo libre, aportando ingresos adicionales al hogar y manteniendo viva una técnica que aún hoy se transmite de generación en generación.

En Veryssence hemos tenido el privilegio de conocer a Encarna Berrio (@encarnita_berrio), reconocida maestra en el arte del bordado en hilo de seda sobre tul. En su taller granadino, Encarna nos mostró la belleza de una técnica que combina la ligereza del tul con la delicadeza del bordado a mano, especialmente en sus icónicos velos de novia.

Históricamente, esta técnica se popularizó en el siglo XIX en velos de encaje inglés y de Limerick, donde se bordaban patrones sobre la base mecánica del tul, utilizando hilo de seda para conseguir diseños elaborados y finos.

Las puntadas más comunes incluyen la puntada de carrera y la aplicación de encajes sobre el tul, en un proceso lento y minucioso que requiere gran maestría.

El bordado en tul se ha utilizado tradicionalmente en mantillas españolas, velos de novia y piezas de ceremonia, donde la transparencia del tejido y la finura del hilo aportan un aire de ligereza y poesía.

Actualmente, en la moda contemporánea, sigue siendo un símbolo de sofisticación, ideal para vestidos de alta costura y detalles que buscan transmitir pureza y romanticismo.

El bordado en oro es una de las técnicas más prestigiosas y antiguas de la artesanía textil española. Consiste en aplicar hebras de oro o plata sobre tejidos nobles como seda, terciopelo o paño, creando relieves y efectos de luz que transmiten riqueza y solemnidad.

Su origen se remonta a la Edad Media y alcanzó gran esplendor en el siglo XVI, cuando se utilizaba en espacios cortesanos y religiosos para decorar vestiduras litúrgicas, tapices y ornamentos de gran valor.

En España, el bordado en oro se convirtió en protagonista de las procesiones de Semana Santa, especialmente en ciudades como Sevilla, Toledo o Lorca, donde los mantos de las imágenes y los trajes procesionales se enriquecían con complejos bordados al realce.

En nuestro afán por incorporar técnicas tradicionales, en Veryssence hemos contado con la maestría de Cristina Badillo (@cristinabadillo.art), experta en bordado en oro y docente en la Academia Jalón (Málaga). Gracias a ella, nos hemos iniciado en una técnica que exige precisión, paciencia y profundo respeto por el oficio.

El bordado en oro se caracteriza por no atravesar la tela con el hilo metálico, sino fijarlo con puntadas de otro hilo, como el algodón. Entre sus técnicas destacan:

Cada técnica tiene sus ventajas y desafíos, pero todas comparten el mismo espíritu: convertir cada prenda en una obra de arte que honra la tradición y proyecta lujo y distinción.

Además de su uso religioso, el bordado en oro fue símbolo de poder y distinción en la corte y entre las clases altas. Cada puntada requería gran destreza, ya que el hilo metálico debía combinarse con sedas de colores para crear sombras y matices, logrando efectos casi pictóricos.

Hoy en día, el bordado en oro sigue siendo un referente de lujo y tradición, reinterpretado en clave contemporánea por casas de moda y talleres artesanales como Veryssence. Su aplicación en prendas modernas aporta exclusividad y conecta con una herencia cultural que ha sobrevivido siglos.

Además de estas técnicas, somos expertos en el bordado Luneville, una técnica francesa que permite crear texturas y efectos con cuentas, lentejuelas y cristales.

Y porque creemos que la artesanía también puede dialogar con la innovación, en ocasiones incorporamos piezas en 3D diseñadas e impresas por nosotros mismos, que se integran en los bordados para dar volumen y un carácter único a cada creación. Esta fusión entre tradición y tecnología nos permite proyectar el bordado hacia el futuro sin perder su esencia.

Cada prenda bordada a mano en Veryssence es el resultado de horas de dedicación, precisión y pasión. El valor añadido no está solo en la técnica, sino en la historia que transmite: la continuidad de un oficio ancestral que se adapta a los tiempos modernos.

Nuestros bordados no son simples adornos, son símbolos de identidad, exclusividad y belleza atemporal. Que traspasa la esencia de una prenda para proyectarla en la persona que la lleva.

En Veryssence creemos que la moda contemporánea debe dialogar con las tradiciones. Por eso, nuestros bordados en tul, en oro y en Luneville no son piezas del pasado, sino protagonistas de diseños actuales que hablan de romanticismo, profesionalidad y excelencia artesanal. Cada creación es un puente entre la memoria de los oficios de siempre y la innovación que define el presente.

Cada prenda bordada a mano es una obra de arte que guarda historia, tradición y el saber hacer de generaciones. Apostar por una prenda bordada es elegir exclusividad, calidad y un valor añadido que trasciende el tiempo.

Te invitamos a descubrir nuestras creaciones y a invertir en una pieza única, diseñada para acompañarte con elegancia, y convertirse en un legado de artesanía contemporánea.